Centro de Asma y Enfermedades Respiratorias del Niño

La alergia a las proteínas en el látex natural se convirtió en una preocupación notable a fines de la década de 1980. Pero afortunadamente, la epidemia de casos nuevos de alergia al látex parece haber llegado a su punto más alto en la década de 1990s. Al parecer, la alergia al látex se originó al incrementarse el uso de guantes de látex en la década pasada debido a las normas de precaución ante infecciones que se han instituido en centros de atención médica, y a los cambios en los procesos usados para elaborar productos de látex.

El látex es un fluido lechoso producido por el árbol del caucho (Hevea brasiliensis). Usando distintos métodos, el látex se puede procesar para fabricar una gran variedad de productos, como guantes y balones. Durante la fabricación, se añaden sustancias químicas para aumentar la velocidad de curado (vulcanización) y proteger el caucho del oxígeno que hay en el aire.
Son muy comunes los productos hechos con mezclas de látex de goma natural y otros compuestos. En personas con alergia al látex, las reacciones alérgicas son desatadas con más frecuencia por productos recubiertos de látex. Entre los productos que suelen causar reacciones están los guantes, los balones y los condones.
En casos aislados, las personas alérgicas al látex también pueden sufrir reacciones causadas por tiras elásticas, gomas de borrar, piezas de goma en los juguetes, diversos componentes de goma en dispositivos médicos, elásticos de goma en la ropa, o biberones y chupetes. También es raro que los productos fabricados de goma crepé, como las suelas de los zapatos, causen reacciones. Casi ninguna pintura de látex causa problemas ya que no contienen látex natural.

Hay dos tipos de reacciones alérgicas al látex. El primero es la dermatitis de contacto retrasada, una irritación similar a la que causa la hiedra venenosa, que aparece de 12 a 36 horas después del contacto con un producto de látex. Esta aparece más frecuentemente en las manos de personas que usan guantes de látex, pero puede ocurrir en otras partes del cuerpo después del contacto con productos de goma. La incidencia de esta forma de alergia al látex no parece ir en aumento. La dermatitis de contacto suele ser el resultado de la sensibilización a agentes químicos que se añaden durante el procesamiento de la goma. Aunque es muy irritante, esta forma de alergia no conlleva una amenaza mortal.
Las reacciones alérgicas inmediatas, o mediante anticuerpos IgE, son potencialmente las formas más graves de reacciones alérgicas al látex. Al igual que otras formas comunes de alergia, estas reacciones se producen en personas que han estado anteriormente en contacto con el látex y han desarrollado sensibilidad (positivo al anticuerpo IgE específico del látex). Al repetirse el contacto, pueden ocurrir síntomas como picazón, enrojecimiento, inflamación, estornudos y respiración sibilante. En raras ocasiones se experimentan síntomas mortales. Esta reacción alérgica grave se llama anafilaxis, y se caracteriza por síntomas como el shock, dificultades extremas para respirar o pérdida de presión arterial. Si no se trata inmediatamente, puede ser mortal.
La gravedad de la reacción inmediata depende del grado de sensibilidad de la persona y la cantidad de alérgeno de látex con la cual entre en contacto. El mayor peligro de sufrir reacciones extremas ocurre cuando el látex se pone en contacto con áreas húmedas de la piel o superficies internas durante la cirugía, porque el cuerpo puede absorber rápidamente una mayor cantidad del alérgeno.
El látex también puede estar presente en el aire y causar síntomas respiratorios. Por ejemplo, las proteínas del látex se pueden adherir al polvo de maicena que se usa en los guantes de látex. Al usar los guantes, las partículas de almidón y los alérgenos del látex vuelan en el aire, donde pueden inhalarse o entrar en contacto con la nariz o los ojos y causar síntomas. Se han medido altas concentraciones de este polvo alergénico en unidades de cuidado intensivo y quirófanos. El uso de guantes de látex no empolvados o sintéticos (de vinilo o de nitrilo) reduce el riesgo de estas reacciones. La capacidad que tienen los productos de látex -especialmente los guantes- de causar reacciones alérgicas varía enormemente según la marca y el lote de producción.

Ciertos grupos de personas en contacto frecuente con el látex corren un alto riesgo de desarrollar reacciones alérgicas inmediatas. Las personas con espina bífida (un trastorno congénito de la columna vertebral) y las que tienen problemas congénitos de las vías urinarias que necesitan varias operaciones quirúrgicas parecen tener un nivel de riesgo de casi el 50%. Los trabajadores de la salud y otros que deben usar guantes de látex o trabajar cerca de ellos tienen un riesgo de aproximadamente un 10%. Otros que pueden tener mayor riesgo son los que se han sometido a muchos procedimientos médicos o quirúrgicos, exponiéndose repetidas veces a los guantes de látex. Los trabajadores de la industria de la goma también tienen mayor riesgo. Inclusive en los adultos normales, el riesgo de sensibilización al látex puede ser hasta del 6%.
Las personas con alergia al látex pueden también experimentar una reacción alérgica a algunos alimentos que contienen algunas de las mismas proteínas alergénicas que las del látex. Esta reacción, llamada reactividad cruzada, puede ser desencadenada por los bananos, el aguacate, el kiwi y las castañas europeas.

El primer paso en el tratamiento de la alergia al látex es reconocer el problema. Visite a su alergista/inmunólogo si cree tener síntomas de alergia al látex. Después de recopilar antecedentes detallados y examinarlo, su médico decidirá si necesita más exámenes para determinar la alergia al látex.
Si es alérgico al látex, debe evitar el contacto con los productos de látex de goma natural lo más posible. Informe a su familia, a los profesionales de la salud, los empleadores y al personal escolar sobre su alergia.
Hable con su médico para determinar si debe usar un brazalete o collar especial que indique a otros sobre su alergia. Su médico también determinará si debe llevar adrenalina inyectable (epinefrina) para proporcionar un tratamiento de emergencia inmediato en caso de que experimente una reacción alérgica grave.
Si tiene reacciones al látex, vea a un alergista/inmunólogo. La Ley de Norteamericanos con Incapacidades Físicas (ADA) de 1990 abarca a las personas con alergias graves a sustancias como el látex. Si usted está calificado pero ya no puede trabajar con látex en un centro laboral debido a su alergia, hable con su empleador para determinar otras opciones y llegar a un acuerdo razonable. Si es alérgico y necesita usar guantes, o si está en contacto con personas que usan guantes, hay varias opciones.
Puede intentar sustituir guantes sintéticos (de vinilo o de nitrilo) por guantes de látex sintético, aunque puede que no tengan la misma eficacia en ciertas situaciones. Estos dan buenos resultados en casi todas las situaciones donde se usan guantes de látex, incluida la cirugía, pero en algunos casos son más costosos. Las personas con reacciones de dermatitis de contacto al látex, pueden probar los guantes de látex fabricados sin agentes químicos adicionales.
Si tiene síntomas respiratorios considerables por alergia al látex al inhalar partículas de látex, debe evitar las áreas donde se usen guantes empolvados frecuentemente. Idealmente, en todas las áreas donde se usan mucho los guantes deben preferirse los guantes no empolvados para evitar reacciones alérgicas.
El uso de condones de látex puede ser un problema grave para algunas personas alérgicas al látex. Una opción son los condones de piel natural, que no contienen látex y pueden impedir los embarazos, pero no protegen contra virus como el VIH, el cual causa el SIDA, u otras enfermedades transmitidas sexualmente. Ya se venden condones de goma sintética, creados para prevenir embarazos y enfermedades transmitidas sexualmente.
Los fabricantes están trabajando en la elaboración de productos de látex que contengan menos alérgeno de látex. A medida que estos productos estén disponibles, debe disminuir el riesgo de reacciones en las personas sensibles al látex, así como el riesgo de que más personas desarrollen alergia al látex.

La publicación Cómo el alergista/inmunólogo puede ayudar: pautas de consulta y referencia citando las pruebas de la AAAAI proporciona información para ayudar a los pacientes y a los profesionales del cuidado de la salud a determinar cuándo un paciente puede necesitar una consulta o un cuidado especializado del alergista/inmunólogo. Los pacientes deben ver a un alergista/inmunólogo en los siguientes casos:

Tienen una reacción en la piel que puede deberse a alergia al látex.
Pacientes con condiciones que incrementan su riesgo de alergia al látex (por ejemplo, espina bífida o problemas congénitos en el tracto urinario).
Pacientes con posibles reacciones sistémicas al contacto con el látex.

Su alergista/inmunólogo puede darle más información sobre la alergia al látex.